Exreo de San Juan de Lurigancho revela corrupción interna: “Los delegados saben cuándo habrá requisa y pagan coimas al INPE”

A pocos días del inicio del estado de emergencia en Lima y Callao, un exinterno del penal de Lurigancho denunció graves irregularidades dentro del establecimiento penitenciario. Según su testimonio, los delegados de pabellón manipulan el sistema carcelario, cobran cupos a los presos y pagan coimas a funcionarios del INPE para mantener su poder.

image

El estado de emergencia anunciado por el Gobierno para enfrentar la inseguridad en Lima y Callao también contempla una intervención en los principales penales de la capital. En ese contexto, un exreo del Establecimiento Penitenciario Lurigancho denunció públicamente la existencia de una estructura de corrupción interna que controla el penal desde adentro.

En comunicación con el programa Encendidos de RPP, el exinterno —que prefirió mantener su identidad en reserva por motivos de seguridad— aseguró que los delegados generales de los distintos pabellones “manipulan todo”, desde el ingreso de nuevos reclusos hasta el pago de sobornos a funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

“Uno de los cambios más urgentes que debería hacerse es el de los delegados generales. Ellos son los que manipulan todo, cobran por el ingreso de los presos nuevos. Si no pagas, te humillan o te obligan a hacer limpieza”, declaró el exreo.

Según su testimonio, esta red de corrupción se mantiene gracias a una alianza entre delegados y malos funcionarios del INPE, quienes recibirían sobornos quincenales a cambio de permitir el tráfico de bienes y el control informal de los pabellones.

“El control interno lo tiene el INPE, pero los delegados les dan su cupo. Reciben su coima aparte de su sueldo”, señaló.

Además, denunció que dentro del penal existen antenas satelitales, decodificadores y celulares, y que los delegados cuentan incluso con información privilegiada sobre las requisas. “Los mismos delegados saben cuándo va a haber la requisa, entonces guardan sus pertenencias antes de que lleguen los controles”, afirmó.

El testimonio reabre el debate sobre la crisis del sistema penitenciario peruano y la urgente necesidad de una reforma estructural. Lurigancho, uno de los penales más sobrepoblados del país, alberga a más de 10 mil internos pese a tener capacidad para menos de la mitad, convirtiéndose en un foco crítico dentro de la política de seguridad anunciada bajo el nuevo estado de emergencia.

Comentarios