Se acabó el amor. En el mes de febrero la alianza entre el partido la ex candidata a la presidencia, Verónika Mendoza, Nuevo Perú, y el Gobierno del presidente Pedro Castillo, se ha dado por finalizada. Así lo comunicó la propia lideresa del partido de izquierda, quien saliera a indicar que con la llegada de este nuevo gabinete no sería la primera vez que se “traicionan las expectativas del cambio del pueblo”, en alusión al cambio de ideología por parte del ex presidente Ollanta Humala.
Como se recuerda, la reestructuración del Poder Ejecutivo marcó la salida de Pedro Francke del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y Anahí Durand del Ministerio de la Mujer y Población Vulnerable (MIMP), ambas personas del círculo de confianza de la excandidata presidencial.
“Desde los ministerios de la Mujer y de Economía buscamos acercar el Estado a la gente e impulsar importantes reformas como la reforma tributaria o el sistema de cuidados, buscando siempre articular con las fuerzas políticas y sociales del cambio. Se lograron importantes avances, demostrando que sí hay una izquierda que asume con honestidad y seriedad la tarea de gobernar”, escribió a través de su cuenta oficial en Twitter.
“Lamentablemente, al final, perdimos la batalla. Se impusieron el chantaje neoliberal, la presión del conservadurismo, el oportunismo, la informalidad, los intereses corporativos”, agregó.
Hoy más que nunca queda demostrado que no habrá proceso de cambio sin un pueblo consciente, organizado y movilizado. Sí se puede. Aclaro que esta es una posición personal”, subrayó.
Verónika Mendoza recordó que Nuevo Perú tomó la decisión institucional de participar en el Gobierno de Castillo Terrones a través de la suscripción de un acuerdo político con Perú Libre de cara a la segunda vuelta y el Plan del Bicentenario que contribuyeron a elaborar.
“Sabíamos que este sería un gobierno en disputa, asediado por la derecha golpista pero también por la precariedad institucional, el oportunismo y el sectarismo. Conscientes de tal desafío, asumimos con responsabilidad la esperanza y demanda de cambio de millones de peruanos expresadas con su voto”, aseguró.
Si bien asumió errores y debilidades propias de su agrupación política, la también excongresista indicó que “nos vamos con la convicción de que la batalla merecía ser librada, incluso con riesgos y costos para Nuevo Perú no hacemos política para nuestro prestigio particular sino por el cambio y con la gente”.