Lucinda Vásquez se victimiza tras el “caso pedicure” y habla de venganza política
Lucinda Vásquez Vela, parlamentaria del Bloque Magisterial, enfrenta una nueva crisis política luego de que se difundieran imágenes donde personal de su despacho le realiza un pedicure durante horas laborales. Aunque la evidencia es clara, la congresista insiste en su inocencia y denuncia una “venganza política” orquestada por extrabajadores.
En un extenso comunicado, Vásquez aseguró que todo se trata de una “distorsión” y acusó a excolaboradores de manipular la información para perjudicarla. “No me detendrán la mentira ni la manipulación. Sigo firme, con transparencia y convicción”, escribió en sus redes sociales.

Según la parlamentaria, las imágenes fueron filtradas por personas a quienes “no permitió aprovecharse del despacho con fines políticos personales”. Sin embargo, los registros muestran a un trabajador cortándole las uñas de los pies, escena difícil de reinterpretar.
El exoficial mayor del Congreso, José Cevasco, explicó que el caso podría derivar en una sanción de hasta 120 días de suspensión sin goce de haber e incluso en una denuncia constitucional. “El uso indebido de personal del Estado constituye una falta grave que no puede pasarse por alto”, señaló.
La Comisión de Ética Parlamentaria, presidida por Elvis Vergara, evaluará en su próxima sesión una denuncia de oficio contra Vásquez. Mientras tanto, la congresista insiste en su versión, presentándose como símbolo de “transparencia” y “verdad”.
El caso ha vuelto a poner en debate los límites éticos del poder y el uso de recursos públicos dentro del Congreso, dejando al descubierto un patrón de privilegios normalizados que parecen alejar cada vez más al Parlamento de la ciudadanía.
