En la apertura de la temporada 51 de Saturday Night Live, Bad Bunny ofreció uno de sus momentos más comentados al protagonizar un homenaje a El Chavo del 8, caracterizándose como el icónico personaje Kiko. Con cachetes inflados, gorra marinera y su clásica pose de “puchero”, el cantante retrató al niño de la vecindad con un toque de ternura y comicidad que resonó entre millones de espectadores latinos.
Dentro del sketch, también participaron figuras del elenco de SNL: Andrew Dismukes como Don Ramón, Chloe Fineman como Doña Florinda, Sara Sherman como La Chilindrina, Kenan Thompson encarnando al Señor Barriga, y Jon Hamm interpretando al Profesor Jirafales. La ambientación, el vestuario y las expresiones de los actores recrearon con fidelidad la vecindad clásica, transportando al público a la nostalgia de los días de infancia frente al televisor.
El homenaje no pasó desapercibido en México, pues Florinda Meza —actriz que interpretó a Doña Florinda junto al creador Roberto Gómez Bolaños— expresó su gratitud hacia Bad Bunny. En redes sociales, comentó que la actuación fue “magistral” y llena de cariño hacia el legado de Chespirito.
Más allá de la diversión, esta aparición de Bad Bunny reafirma su capacidad de conectar con múltiples generaciones y recordarnos que ciertos personajes trascienden fronteras. Transformar un ícono cultural latinoamericano en escenario internacional no solo es un acto artístico, sino también un gesto de celebración identitaria.
