Tras el incendio que consumió un almacén de productos plásticos en la calle Los Mangos, en San Juan de Lurigancho, los vecinos del sector exigieron una fiscalización urgente a los establecimientos que operan sin licencia o bajo fachadas de viviendas, al considerar que representan un riesgo constante para la comunidad.
Un vecino del lugar señaló que muchas fábricas disfrazan su infraestructura como casas de tres o cuatro pisos, lo que dificulta que las autoridades detecten las verdaderas actividades que se realizan en su interior. “No parece una fábrica, y por eso ni los inspectores se dan cuenta. Al costado también hay una fábrica de plásticos; felizmente el fuego no llegó ahí porque el problema habría sido mucho peor”, relató.
El siniestro, ocurrido en la cuadra 1 de la calle Los Mangos, a la altura del paradero 2 de Canto Grande, destruyó por completo un inmueble de dos pisos donde funcionaba un almacén de plásticos. Al menos 25 unidades del Cuerpo General de Bomberos fueron necesarias para controlar y extinguir las llamas.
Los vecinos advirtieron que en la zona se almacenan materiales altamente inflamables sin medidas de seguridad adecuadas y sin fiscalización municipal. Además, denunciaron que las actividades industriales se desarrollan en medio de viviendas familiares, incrementando el peligro en caso de nuevos incendios.
Ante ello, solicitaron a la Municipalidad de San Juan de Lurigancho realizar una inspección integral en la zona y clausurar los locales que no cuenten con permisos ni certificaciones de Defensa Civil. “Queremos que vengan a verificar, porque aquí hay más fábricas escondidas y no queremos vivir con miedo”, expresaron los moradores.
El incendio dejó solo daños materiales, pero el temor de los vecinos persiste ante la posibilidad de que se repita un hecho similar en un distrito que ya ha sido escenario de varios siniestros por la falta de control en el uso de los predios.
