Un día como hoy de la forma más placentera, el 6 de julio de 1971, hace 50 años partió a la eternidad el trompetista, cantante y estrella del jazz estadounidense Louis Armstrong.
Él nunca más despertó de su lecho, en el que se había quedado dormido desde el día anterior.
La subdirectora de la casa museo Louis Armstrong, Deslyn Dyer en aquel momento contó. “Tenía una enfermedad cardíaca y murió a primera hora de la mañana, en casa, en su cama, con su Lucille junto a él”, apenas dos días antes de su muerte, “Pops”, como le decían cariñosamente, festejó su “presunto” cumpleaños en el jardín con algunos vecinos.
Sucede que “Satchmo” (ese era uno de sus apodos) había mentido con la fecha de su nacimiento, porque se aumentó un año de edad y adelantó un mes su onomástico; sin embargo, después de su muerte se supo la fecha real.
La estrella del Jazz cambió la fecha de su nacimiento, al 4 de julio de 1,900, quizá porque era más emocionante haber nacido justo en el día de la independencia americana y además en el año del nuevo siglo; no obstante, en la iglesia del Sagrado Corazón de Nueva Orleans se encontró el registro verdadero con la fecha de nacimiento del trompetista, el 4 de agosto de 1901.
Actualmente, su humilde casa de madera de la calle 107 del barrio neoyorkino de Queens es un museo.
Allí vivieron Louis y su esposa Lucille Armstrong durante 30 años, Incluso cuando “Satchmo” logró fama internacional, tuvo el dinero suficiente para comprarse un ático sobre los tejados de Manhattan; pero a pesar de ello, la tradicional pareja no se mudó de Queens y siguió viviendo en el modesto barrio de sus amigos. “Aquí puede experimentarse la humildad de Armstrong”, comentó Dyer.
En 2003, la Fundación Educativa Louis Armstrong, convirtió la casa en un museo y el principal atractivo son las visitas guiadas cada hora, y los visitantes pueden ingresar a las habitaciones y observar el mobiliario que no se han tocado desde que los Armstrong Vivian allí: un banco de laca roja inspirada en la cultura china en el comedor; entre, souvenirs de todo el mundo; una cocina estilizada, cuyos gabinetes estaban terminados en un turquesa destellante; y un baño con techo y paredes cubiertos de espejos.
Los fans que visitan la casa museo, también pueden oír los clips de audio de la gran colección personal de grabaciones caseras de Louis, cuando practicaba con la trompeta o charlaba con sus amigos. Las grabaciones, cuentan con unas 1,200 horas de cinta de carrete a carrete y constituyen solo una fracción de la colección del museo.
Louis Armstrong era un consumado aficionado a la historia y disfrutó manteniendo registros extensos sobre los detalles de su vida y el tiempo, lo que se evidencia a través de los 86 álbumes de recortes, 5,000 fotografías, 120 premios y placas discográficas, cinco trompetas e innumerables documentos, cartas y manuscritos encontrados en la casa.
Actualmente, alrededor de 5,000 estudiantes visitan el museo anualmente y la mayoría de los visitantes son familias enteras. El programa más antiguo y exitoso del museo hasta la fecha, «Pops is Tops», es una serie de conciertos anuales que se llevan a cabo en mayo, donde más de 1,600 niños de todo el barrio de Queens escuchan bandas de jazz en el jardín de temática japonesa adyacente a la casa.
Y cada cuatro de julio, el día en que se pensó originalmente que nació Armstrong, el museo organiza una fiesta de cumpleaños gratuita y abierta al público en honor al gran jazz. Y durante la fiesta anual de Halloween, se otorgan recorridos y premios de disfraces cada hora.
Al genio musical Armstrong se le apodó “Satchmo”, por sus gruesos labios y la forma cómo rodeaba la boquilla de su trompeta; ya que Satchmo es una abreviación de “satchel mouth”, que en inglés significa tener la boca tan grande como un buzón.
Armstrong fue criado en la pobreza del barrio criollo de Nueva Orleans. Luego sus padres se separaron al poco tiempo de que él naciera y cuando tuvo tan sólo 12 años huyó de la policía con pistola en mano y se escondió en un hogar para mendigos, del que nunca salió. Allí aprovechó y aprendió a tocar varios instrumentos, entre ellos la trompeta.
Un año antes de morir el gran Satchmo escribió: “Quizá está casa no sea la más bonita, pero quien entra en el hogar de los Armstrong se encuentra cómodo y feliz”.
