Los ojos y oídos del presidente Pedro Castillo permanecerán durante cuatro meses dentro del Perú; eso es lo que se estima cuando la fiscal Karla Zecerrano solicite este miércoles 30 de marzo impedimento de salida para Fray Vásquez Castillo, Gian Marco Castillo Gómez, y Rudbel Oblitas Paredes, por estar incluidos en las investigaciones por el presunto delito de tráfico de influencias y negociación incompatible.
La fiscal Zecerrano consideró necesario que se dicte dicho impedimento por un plazo de 120 días para asegurar el éxito de la investigación sobre los presuntos actos ilícitos en la decisión de Provías Descentralizado, entidad del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), de otorgar al consorcio Puente Tarta III el contrato de construcción de un puente vial sobre el río Huallaga, en la región San Martín.
De acuerdo con una declaración de la aspirante a colaboradora eficaz Karelim López, los sobrinos del presidente Castillo se habrían reunido con diferentes empresarios ofreciéndoles interceder para que se adjudique una serie de proyectos de obras públicas que se estaban licitando en Provías Descentralizado.
Asimismo, la Fiscalía también solicito similares restricciones para tres funcionarios de Provías que participaron en el Comité de Adjudicación y en Gerencia de Obras, a cargo de adjudicar la buena pro. Se trata de los ingenieros Víctor Efraín Valdivia Malpartida, Edgar William Vargas Más y Alcides Villafuerte Vizcarra.
Igualmente, la solicitud de impedimento de salida también recayó sobre el empresario de seguridad Zamir Villaverde; así como los socios y gerentes de las empresas Termitex, Luis Carlos, Marco Antonio y George Peter Pasapera Adrianzén; y del Grupo Arcose SAC, Héctor Antonio Pasapera López.
Las llaves de Sarratea
La exposición de los sobrinos de Castillo no precisamente destaca en eventos y presentaciones oficiales, sino que aparecen subrepticiamente en las sombras cuando el entonces candidato chotano pugnaba por alcanzar el sillón presidencial.
Conocida ya la victoria de Castillo, es ahí cuando la presencia de los sobrinos empieza a cobrar relevancia, convirtiéndose en los celadores de la casa del pasaje de Sarratea; lugar a donde iba el presidente a sostener reuniones con distintas autoridades y empresarios que se encontraban fuera de agenda.
“Ellos son como la llave que abre la puerta de acceso hacia el presidente. El rol de ellos es de permitir el acceso hacia el presidente a que se construyan, aparentemente, estos negocios ilícitos en el MTC y en el Ministerio de Vivienda”, declaró días atrás el abogado de Karelim López, César Nakazaki, sobre la participación e influencia de los allegados familiares del presidente de la república.
