Treinta días en donde el mar es una mancha negra que va dejando en las costas de Ventanilla cadáveres de animales totalmente cubiertos de petróleo. Un mes en donde los pescadores artesanales y los comerciantes afines al litoral norteño no han podido percibir ingresos debido al alto grado de contaminación que hace insostenible cualquier todo de actividad.
El 15 de enero no será olvidado jamás por todos los pobladores costeros del distrito de Ventanilla y lugares cercanos ya que es la fecha en donde se truncaron sus intenciones de reactivación luego de una larga cuarentena que deterioró su economía. Ahora con ese desastre ambiental el panorama se torna tan oscuro como las aguas norteñas de Lima.
Repsol dijo inicialmente que se trataba de una fuga de 0.06 barriles de petróleo y que el incidente se originó por el fuerte oleaje provocado por la erupción volcánica y tsunami en Tonga. Ambas versiones resultaron falsas: no se trataba de 0.06 barriles, sino de 11.900 barriles. Días después, Repsol sinceró la cifra de 10 396 barriles de crudo vertido en el océano.
En el supuesto oleaje anómalo en la zona de descarga fue descartado por el velerista Alex Hughes, que participaba en un evento en la misma zona. “El mar estaba totalmente plano, no me pueden discutir de algo que tengo un conocimiento de toda la vida”, detalló aquella vez.
Esta tragedia reveló algo preocupante: la empresa española no contaba con un protocolo de seguridad en caso de emergencias. Incluso, tuvo que pasar varios días para que se dispusiera de mayor personal y equipos que permitiera retirar el hidrocarburo del mar y limpiar la costa, seriamente dañada.
“El operativo alcanza casi las 3 mil personas repartidas de la siguiente manera: tenemos 2,400 en el lado tierra, 500 en el mar y 90 en centro de operaciones y comando”, aseguró José Terol, director de Seguridad Medioambiental de Repsol.
La mancha de petróleo terminó llegando a Ancón, Huaral y Chancay, ocasionando que cientos de pescadores y comerciantes tengan que paralizar sus actividades por un tiempo indefinido.
A un mes del desastre ambiental, solo se ha recuperado 2 mil de los 10 mil barriles derramados en el mar. Además, ya hay un avance del 70% en la limpieza de las playas afectadas, como reveló el ministro del Ambiente, Modesto Montoya.
El vertido del crudo en el mar no solo provocó daños al medioambiente, sino también a la fauna silvestre que terminó cubierta por el combustible. El 45% de las 200 aves rescatadas, y enviadas al Parque de las Leyendas, murieron víctimas de la contaminación.
Repsol afirma que en marzo culminará con la limpieza del litoral pero el daño provocado a la naturaleza es irreparable, como el perjuicio a cientos de familias que esperan justicia y sanciones a los responsables.