Más de 400 personas vivieron una noche de cine y cultura con el Bibliocine en San Juan de Lurigancho

Más de 400 vecinos de San Juan de Lurigancho participaron en una jornada cultural organizada por la Biblioteca Nacional del Perú, que combinó cine, poesía, música y arte urbano en el asentamiento humano Cruz de Motupe, demostrando que la cultura puede transformar cualquier espacio en un punto de encuentro y esperanza.

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En medio del ruido cotidiano de los mototaxis y el polvo que envuelve los cerros de San Juan de Lurigancho, el pasado sábado el ambiente cambió por completo. La tarde se llenó de música, tambores y risas de niños que corrían tras una batucada que anunciaba algo diferente: la llegada del programa “Bibliocine para todos” de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). Esta vez, la actividad cultural se llevó a cabo en el asentamiento humano Cruz de Motupe, en la Asociación de Productores Agropecuarios “La Catarata”, bajo el lema “Cine y cena en tu barrio”.

Desde temprano, con el apoyo de la Municipalidad de San Juan de Lurigancho, los vecinos observaron cómo una gran pantalla inflable se levantaba en la loza deportiva del barrio. Ese mismo espacio que suele ser escenario de partidos de fulbito o punto de encuentro vecinal, se transformó por una noche en un cine al aire libre y en un centro de arte y expresión cultural.

El jefe institucional de la BNP, Juan Yangali Quintanilla, llegó acompañado de un entusiasta grupo de mediadores de lectura, poetas, artistas y gestores culturales. Su propósito fue claro: no solo proyectar una película, sino llevar una experiencia completa que combinara lectura, arte, música y convivencia comunitaria.

Juan Yangali, jefe de la Biblioteca Nacional del Perú.

La jornada comenzó con una vibrante batucada que recorrió las calles como un carnaval improvisado. Los zanqueros captaron la atención de grandes y chicos, mientras el grupo Betesda Estudio presentó un espectáculo de hip hop, mostrando que el arte urbano también puede contar historias del barrio. Más tarde, el colectivo Tambores al aire ofreció un número circense lleno de humor y destreza, mientras los muralistas de Barroco dejaban su huella de color en una pared que quedará como recuerdo del evento.

La poesía también tuvo su momento. Sobre el cemento de la cancha, los poetas Julio Barco y Wilmer Mejía compartieron versos sobre los sueños, el esfuerzo y la vida en comunidad. Los niños escuchaban con atención y los adultos respondían con aplausos, en una atmósfera cargada de emoción y pertenencia.

Cuando la noche cayó, las luces se atenuaron y la pantalla se encendió. Los niños se acomodaron en sillas y cojines para disfrutar de una selección de cortometrajes inspirados en libros. Rieron, reflexionaron y descubrieron que las historias que se leen también pueden cobrar vida en imágenes. Ese es el espíritu del Bibliocine: hacer que el cine sea una puerta hacia la lectura y el encuentro ciudadano.

El cierre fue tan especial como el inicio. Una cena comunitaria organizada junto a la olla común del sector reunió a todos alrededor de un plato caliente. No había diferencia entre organizadores y vecinos; todos eran parte de una misma celebración, una que unió cultura, arte y solidaridad.

La Biblioteca Nacional del Perú, la institución cultural más antigua del país, reafirmó así su compromiso con acercar la cultura a todos los rincones. Con proyectos como Bibliocine, demuestra que la lectura y el arte no pertenecen solo a los espacios formales, sino también a las calles, a las canchas y a los corazones de quienes buscan una oportunidad para soñar.

Más de 400 personas participaron en esta jornada que transformó por completo una noche en San Juan de Lurigancho. Para muchos niños fue su primera experiencia frente a una pantalla gigante; para los adultos, un recordatorio de que la cultura puede unir y renovar la esperanza.

Entre versos, tambores y risas, el Bibliocine dejó una lección clara: la cultura florece donde se comparte. En los barrios, en las canchas, en los espacios donde el arte y la comunidad se encuentran, también late el alma del Perú.

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