El porqué del rechazo a Phillip Butters en Juliaca, en un sur donde aún recuerdan a Vizcarra

El comunicador Phillip Butters vivió momentos de tensión en Juliaca luego de ser rodeado por un grupo de ciudadanos que le impidieron continuar una entrevista radial. Los manifestantes lo acusaron de haber “terruqueado” a los protestantes del sur durante las movilizaciones contra el gobierno de Dina Boluarte, en las que más de una decena de personas murieron producto de la represión policial.
Videos difundidos en redes sociales muestran a Butters resguardado por agentes policiales y personal de seguridad, mientras los pobladores lanzaban insultos, huevos y botellas a las afueras de Radio La Decana. La situación se tornó tan violenta que el conductor tuvo que ser evacuado y escoltado hacia una comisaría cercana para evitar una agresión mayor.
El incidente ha generado una fuerte discusión en redes. Para muchos, el rechazo hacia Butters simboliza la indignación de una ciudadanía que no olvida las muertes ocurridas en el sur y que se siente burlada por figuras mediáticas que justificaron la violencia estatal. Otros, en cambio, ven en lo ocurrido una expresión peligrosa de intolerancia política.
Sin embargo, más allá del incidente puntual, el episodio revela una fractura que el país no ha logrado cerrar. En Juliaca y en gran parte del sur, la figura de Dina Boluarte sigue asociada a la represión y al olvido, mientras los partidos que la sostienen en el Congreso se blindan entre sí para evitar rendir cuentas. En ese contexto, la llegada de un personaje como Butters —defensor del gobierno y autoproclamado candidato— fue interpretada como una provocación.
El rechazo no fue solo hacia él, sino hacia todo un discurso que desde Lima ha criminalizado la protesta y despreciado el dolor regional. Juliaca volvió a recordarle al país que el resentimiento no se disipa con el tiempo, y que mientras la impunidad se mantenga, la distancia entre el poder y la gente seguirá creciendo.