Crisis en Machu Picchu pone en riesgo su estatus de Maravilla del Mundo

La histórica ciudadela de Machu Picchu, reconocida en 2007 como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, enfrenta un momento crítico. New7Wonders emitió un comunicado el pasado 13 de septiembre advirtiendo que “de no atenderse oportunamente” los desafíos que atraviesa la zona, la reputación de Perú podría verse seriamente afectada por la mala experiencia de los visitantes.
Entre los problemas señalados destacan la alta presión turística sin gestión sostenible, el incremento de precios, riesgos sobre el patrimonio histórico, irregularidades en la venta de boletos, dificultades en el transporte terrestre y limitaciones en las políticas de conservación. Además, se mencionan conflictos sociales, descoordinación institucional y quejas de turistas que reflejan deficiencias en la atención y logística.
El conflicto reciente surge tras el fin de la concesión de la ruta Hiram Bingham, operada por Consettur durante 30 años. La Municipalidad de Urubamba anunció que la empresa San Antonio de Torontoy asumiría temporalmente la concesión con 18 buses, pero la implementación aún no se concreta, afectando la movilidad y generando tensión con las comunidades locales.
El 14 de septiembre, el Frente de Defensa de los Intereses de Machupicchu (FREDIM) convocó un paro indefinido, bloqueando la vía férrea y afectando el tránsito de trenes de PeruRail. Las autoridades buscan establecer una mesa de diálogo con alcaldes y ministros vinculados a la gestión turística. La policía también ha sido llamada a intervenir para garantizar la seguridad y el libre tránsito de turistas.
La presión sobre Machu Picchu no es solo reputacional, sino también económica: se estima que el bloqueo y la cancelación de paquetes turísticos podría generar pérdidas cercanas a 300 millones de soles, afectando directamente a operadores, hoteles y comunidades locales.New7Wonders hizo un llamado urgente a autoridades, sector privado y ciudadanía para redoblar esfuerzos y garantizar la gestión integral y sostenible de Machu Picchu. La permanencia de la ciudadela como Maravilla del Mundo depende de decisiones rápidas y coordinadas que preserven su patrimonio histórico y la experiencia de los visitantes.