
La Policía Nacional del Perú (PNP), en coordinación con el Serenazgo de Lurigancho-Chosica, logró recuperar mercadería robada valorizada en más de 90 mil soles. Los productos habían sido sustraídos de un tráiler en el distrito de Ancón y fueron encontrados ocultos en una vivienda de la Asociación Hubert Lanssiers.
El operativo se activó gracias a los dispositivos de rastreo instalados entre los productos, los cuales emitieron señal a pesar de que los delincuentes habían retirado el GPS del vehículo de carga. Entre lo recuperado figuran detergentes, costales de menestras y otros artículos de primera necesidad, que presuntamente iban a ser comercializados en el mercado negro.
Durante la intervención, cinco personas fueron detenidas y puestas a disposición de las autoridades para determinar su grado de participación en el robo. Tanto los efectivos policiales como los representantes de la empresa propietaria se desplazaron hasta el lugar para garantizar la restitución de los productos.
La PNP indicó que continúan las investigaciones para identificar a más involucrados y desarticular por completo la banda que habría planeado el asalto.
Este caso no es aislado: los robos al transporte de carga son un problema creciente en Perú, sobre todo en rutas de Lima, el Callao y zonas periféricas. Se estima que en el puerto del Callao y sus accesos hay numerosos contenedores que se vuelven objetivo frecuente de delincuentes que usan “patinadores” o modus operandi similares para sustraer mercadería. Además, se reportan pérdidas millonarias anuales en mercancía robada en tránsito, lo que afecta la cadena logística y eleva los costos para productores y consumidores.
¿Se trata de un golpe aislado o de una red organizada que opera en diferentes distritos? ¿Cuántos robos de este tipo no llegan a resolverse y terminan alimentando el mercado negro de productos básicos?