
El ataque armado contra la agrupación Agua Marina durante un concierto en el Círculo Militar de Chorrillos ha generado una ola de indignación en todo el país. Entre las voces que se alzaron tras el atentado —que dejó cuatro músicos heridos— destaca la del reconocido cantante Gian Marco Zignago, quien manifestó su solidaridad con la orquesta y su profundo malestar por la creciente violencia que azota al Perú.
A través de un comunicado en sus redes sociales, el artista lamentó los hechos y criticó la falta de acción del Estado. “No nos merecemos todo lo que nos está pasando. Un desequilibrio absoluto de un sistema que desde hace años se pudre y se burla de cada ciudadano. Lo sucedido con mis colegas de Agua Marina es terrible, angustiante, deplorable. Me solidarizo no solo con ellos, sino también con todas las personas que siguen sufriendo el acoso constante de la extorsión, sin poder trabajar en paz”, escribió.
El ganador del Latin Grammy fue más allá y arremetió directamente contra las autoridades del Ejecutivo. “Trabajar, un derecho humano fundamental, se ha convertido en un campo de batalla, en un riesgo que puede llevarte a la muerte, sin asco, sin ley. Este gobierno y todos sus integrantes no merecen ser nuestros representantes. Ninguno de ellos es digno de tan alta responsabilidad”, sentenció.
En su mensaje, Gian Marco expresó además el sentimiento de frustración compartido por miles de peruanos: “Creer se ha convertido en un verbo falaz, en una fantasía de cuento. No sé qué más hacer, no sé qué más decir… tengo rabia, como todos, mucha rabia”.
Mientras tanto, la comunidad artística se encuentra consternada por el atentado. Jhonny Peña, director musical de la orquesta Zaperoko, que minutos antes del ataque había compartido escenario con Agua Marina, pidió medidas urgentes para proteger a los músicos. “Estamos con miedo, con temor de llegar a nuestras presentaciones y sufrir estos atentados. Nosotros también hemos sido víctimas de extorsión. Esto no puede seguir así”, declaró.
El ataque a Agua Marina no solo reaviva el debate sobre la ola de criminalidad que atraviesa el país, sino que evidencia el nivel de inseguridad que hoy afecta incluso a los espacios culturales y de entretenimiento. Las palabras de Gian Marco, cargadas de indignación y dolor, reflejan el sentimiento de una nación cansada de vivir con miedo.