Paro de transportistas paraliza Lima y Callao: “Si tocan a uno, apagamos todo”

El paro nacional de transportistas del 6 de octubre de 2025 paralizó parcialmente varias regiones del país y volvió a poner sobre la mesa las deficiencias estructurales del sector: alza de combustibles, transporte informal y falta de respuestas concretas del Gobierno ante una crisis que ya afecta a miles de peruanos.

paro-780x470

Este lunes 6 de octubre de 2025, diversas asociaciones de transportistas en el Perú iniciaron un paro nacional que ha generado complicaciones en varias regiones del país. La medida, convocada por la Unión Nacional de Transportistas (UNT) y otros gremios del sector, responde a un conjunto de reclamos que incluyen el alza constante del precio del combustible, la falta de control sobre el transporte informal y los nuevos requerimientos del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), que —según denuncian— encarecen la operación de las unidades.

Desde tempranas horas, se reportaron bloqueos parciales en carreteras de Arequipa, Junín, Piura y la región central del país. En Lima, aunque el tránsito se mantuvo fluido en la mayoría de avenidas, varios terminales interprovinciales redujeron sus salidas por temor a incidentes en ruta. Las autoridades del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) han exhortado al diálogo, señalando que algunos reclamos del gremio ya están siendo atendidos mediante mesas técnicas que se instalaron semanas atrás.

El punto más sensible de la protesta recae en el precio del diésel. A pesar de las promesas del Gobierno de estabilizarlo mediante el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, los transportistas aseguran que los beneficios no se reflejan en las estaciones de servicio, donde el costo sigue en aumento. Otro de los reclamos está dirigido contra el incremento en las multas de tránsito y la falta de regulación frente al transporte informal, que según ellos compite de manera desleal con el transporte formal de carga y pasajeros.

A diferencia de paros anteriores, esta jornada se caracteriza por una participación más dispersa: no todos los gremios han acatado la medida. Algunos sindicatos regionales decidieron mantener sus operaciones, alegando que el diálogo con el Ejecutivo todavía no está agotado. No obstante, el impacto económico del paro ya empieza a sentirse, especialmente en el transporte de alimentos y productos perecibles, lo que podría elevar los precios en los próximos días si la medida se prolonga.

Más allá de los reclamos inmediatos, el paro evidencia una crisis estructural en el sector transporte peruano. La falta de renovación del parque automotor, el alza en los costos logísticos y la competencia desleal son problemas que se han arrastrado por años sin una solución integral. Si bien el Gobierno busca contener la protesta con promesas de diálogo, los transportistas advierten que no levantarán la medida hasta que se firme un acuerdo formal con compromisos verificables.

Comentarios